27 junio 2006

Groucho Marx, la risa inteligente

Groucho durante el show de radiotelevisivo "You bet, your life", que se inició en 1947 y el actor mantuvo durante una década ARCHIVO LVE


"Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros"

"No puedo decir que no estoy en desacuerdo contigo"



Fotograma de una escena de la película "Monkey business", titulada en España "Pistoleros de aguadulce" y posteriormente llamada "Naderías". Esta película fue producida por Paramount en 1931 - ARCHIVO LVE


" Nunca pertenecería a un club que admitiera como socio a alguien como yo.."


Imagen de tres de los cinco hermanos: Chico, Harpo y Groucho Marx - ARCHIVO LVE


"Partiendo de la nada alcancé las más altas cimas de la miseria"

Fotos y citas tomados del especial "25 años sin la sonrisa inteligente (1977-2002) Lavanguardia.es

24 junio 2006

Carta abierta a José Saramago

Hay un cristal. A un lado el escritor, que también es lector. Al otro, el lector que, a ratos, escribe. A través del cristal el lector puede ver lo que, del escritor, sus obras van permitiendo. En algunas, el escritor deja la huella, firme, consciente, es lo deseado, de su paso por un camino, aquél que haya elegido, éste que sigue.
Las huellas que va dejando dicen mucho, más de lo que se pueda a ver con una simple mirada, no, no nos quedemos con eso solamente, tampoco aquí.
La huella nos cuenta si los pasos son firmes, si la marcha es constante, o si es un andar cansino, como quién está al final del camino. Algunas son ingenuas, otras ya ni se ven, de andar por caminos ya gastados de tanto ser recorridos. Otras, con esperanza, nos mostrarán un andar de quien acaba de comenzar un largo camino.
De vez en cuando se encuentra de entre todas las huellas una diferente, que se aventura por lugares sin explorar, una huella que al menos se sale del grupo, que sí, que algo más debe de haber por ahí. Éste es el caso. El lector, poco amigo de ídolos, enemigo de adoraciones, sigue los pasos del caminante con la vista, con admiración, esperando, tras cada paso, que el camino andado le siga sorprendiendo, enseñando, confirmando, o poniendo en duda, provocando... Tras cada curva del camino, desde la cima de cualquier colina en las que, juntos lector y escritor, paren para descansar, para echar la vista atrás y ver el paisaje del camino recorrido, desde ahí, por respeto al escritor y a sí mismo, se pregunta, a donde va éste, a donde vamos, hoy le sigo, hoy no le sigo, tu camino me sigue fascinando…
El cristal puede, y debe ser transparente en las dos direcciones. No es cuestión de que el caminante se limite a mostrar sus obras, que son sus ideas, sino que además impida, en la medida de lo posible, que la comunicación entre ambos quede sesgada, que alguien que tanto dice, tanto querrá oír, suponiendo, que todo lo dicho, todo, esté lejos de ser un dogma, desde luego no es el caso.
El lector pasa horas mirando por el cristal, llevándoselo aquí y allá, asomándose, dedicando los tiempos que nos quedan a las ideas y paisajes mostrados. El camino, al seguirlo, nos mostrará selvas donde las ideas crecen sin ningún orden, o viejas plantaciones, donde las ideas, desde hace siglos, crecen en hileras perfectas.
Pero el camino termina, sin llegar al final, será porque no hay final, debe ser, aunque a tantos cueste entenderlo, que no vamos a ningún sitio, y que si lo hacemos, que no pararemos, que seguiremos avanzando…
Ante el paisaje, siempre a través del cristal, me paro, respiro, y vuelvo la vista atrás, intento no pasar de largo, el camino está trazado, sí, pero los paisajes los podemos elegir…

Desde el otro lado del cristal

Rostros

Pintura: Antonio Sarelli


La obra de Sarelli tiene la nobleza del mármol, un aire clásico que lo distingue y que no sería posible, desde luego, sin los grandes maestros. Se ubica en la continuidad de esa línea que busca en el arte una permanencia y un desafío a la fugacidad y lo perecedero. Sobre la nudosa raíz grecolatina, injerta la yema de su estilo: el esplendor de un cosmos idealizado.

Excluye sistemáticamente la banalidad, la crispación y el caos que marcan nuestra época, para afirmar la otra realidad, la de la reflexión, del diálogo con uno mismo y con el prójimo, del crecimiento interior, de la piedad por el ser humano y de la ternura.Su éxito -es una hipótesis- se debe a que no representa las circunstancias de la gente, de las cuales quiere salir, sino más bien sus objetivos: un ideal de belleza, de vida serena, de encuentro, de armonía, de íntima felicidad.
El dominio virtuoso de la técnica le permite componer una estructura de complejidad sinfónica, tanto en lo semántico como en lo sintáctico y se vale de múltiples planos, tonos, semitonos, modulados, esfumados, transparencias y gestos que respondan a una concepción totalizadora.Cree en la inmortalidad del espíritu y en un orden natural predeterminado y busca lo trascendente con el corazón sencillo de la infancia. Y al indagar el misterio de la creación de la mano de la belleza, nos hace vislumbrar los ámbitos velados de la metafísica.
La serie "Constelaciones" nació del asombro infantil de mirar el cielo, sentirse menos que un grano de arena, intuir que no estamos solos y agradecer a la vida por ese momento de contemplación intensa.

Esa abstracción poética que es el cielo nocturno está en los cuadros desde la mirada soñadora del que se tiende en el suelo a ver la eternidad. Y abismado en ella, regresa al doble asombro de la infancia y del infinito.
Sarelli pinta el estado de contemplación. Las figuras, enigmáticas, leonardescas a veces, ensimismadas, silenciosas, intemporales, viven en una atmósfera delicada y sutil que atraviesa los límites de lo racional para fijarse en la retina del mito.Su pintura toda, de inquietante sugestión y técnica admirable, superados holgadamente los dos millares de cuadros, posee la estatura artística de los grandes.

23 junio 2006

Manicomio

Imagen: Josechu Dávila Buitrón
Texto: "Manicomio" de Eduardo Galeano

Tiempos del miedo. Vive el mundo en estado de terror, y el terror se disfraza: dice ser obra de Saddam Hussein, un actor ya cansado de tanto trabajar de enemigo, o de Osama bin Laden, asustador profesional.

Pero el verdadero autor del pánico planetario se llama Mercado. Este señor no tiene nada que ver con el entrañable lugar del barrio donde uno acude en busca de frutas y verduras. Es un todopoderoso terrorista sin rostro, que está en todas partes, como Dios, y cree ser, como Dios, eterno. Sus numerosos intérpretes anuncian: "El Mercado está nervioso", y advierten: "No hay que irritar al Mercado".

Su frondoso prontuario criminal lo hace temible. Se ha pasado la vida robando comida, asesinando empleos, secuestrando países y fabricando guerras.

* * * * *

Para vender sus guerras, el Mercado siembra miedo. Y el miedo crea clima. La televisión se ocupa de que las torres de Nueva York vuelvan a derrumbarse todos los días. ¿Qué quedó del pánico al ántrax? No sólo una investigación oficial, que poco o nada averiguó sobre aquellas cartas mortales: también quedó un espectacular aumento del presupuesto militar de Estados Unidos. Y la millonada que ese país destina a la industria de la muerte no es moco de pavo. Apenas un mes y medio de esos gastos bastaría para acabar con la miseria en el mundo, si no mienten los numeritos de las Naciones Unidas.

Cada vez que el Mercado da la orden, la luz roja de la alarma parpadea en el peligrosímetro, la máquina que convierte toda sospecha en evidencia. Las guerras preventivas matan por las dudas, no por las pruebas. Ahora le toca a Irak. Otra vez ese castigado país ha sido condenado. Los muertos sabrán comprender: Irak contiene la segunda reserva mundial de petróleo, que es justo lo que el Mercado anda precisando para asegurar combustible al despilfarro de la sociedad de consumo.

* * * * *

Espejo, espejito: ¿quién es el más temido? Las potencias imperiales monopolizan, por derecho natural, las armas de destrucción masiva.

En tiempos de la conquista de América, mientras nacía eso que ahora llaman Mercado global, la viruela y la gripe mataron muchos más indígenas que la espada y el arcabuz. La exitosa invasión europea tuvo mucho que agradecer a las bacterias y los virus. Siglos después, esos aliados providenciales se convirtieron en armas de guerra, en manos de las grandes potencias. Un puñado de países monopoliza los arsenales biológicos. Hace un par de décadas, Estados Unidos permitió que Saddam Hussein lanzara bombas de epidemias contra los kurdos, cuando él era un mimado de Occidente y los kurdos tenían mala prensa, pero esas armas bacteriológicas habían sido hechas con cepas compradas a una empresa de Rockville, en Maryland.

En materia militar, como en todo lo demás, el Mercado predica la libertad, pero la competencia no le gusta ni un poquito. La oferta se concentra en manos de pocos, en nombre de la seguridad universal. Saddam Hussein mete mucho miedo. Tiembla el mundo. Tremenda amenaza: Irak podría volver a usar armas bacteriológicas y, mucho más grave todavía, alguna vez podría llegar a tener armas nucleares. La humanidad no puede permitir ese peligro, proclama el peligroso presidente del único país que ha usado armas nucleares para asesinar población civil. ¿Habrá sido Irak quien exterminó a los viejos, mujeres y niños de Hiroshima y Nagasaki?

* * * * *

Paisaje del nuevo milenio:

gente que no sabe si mañana encontrará qué comer, o si se quedará sin techo, o cómo hará para sobrevivir si se enferma o sufre un accidente;
gente que no sabe si mañana perderá el empleo, o si será obligada a trabajar el doble a cambio de la mitad, o si su jubilación será devorada por los lobos de la bolsa o por los ratones de la inflación;
ciudadanos que no saben si mañana serán asaltados a la vuelta de la esquina, o si les desvalijarán la casa, o si algún desesperado les meterá un cuchillo en la barriga;
campesinos que no saben si mañana tendrán tierra que trabajar y pescadores que no saben si encontrarán ríos o mares no envenenados todavía;
personas y países que no saben cómo harán mañana para pagar sus deudas multiplicadas por la usura.

¿Serán obras de Al Qaeda estos terrores cotidianos?

* * * * *

La economía comete atentados que no salen en los diarios: cada minuto mata de hambre a 12 niños. En la organización terrorista del mundo, que el poder militar custodia, hay mil millones de hambrientos crónicos y seiscientos millones de gordos.

Moneda fuerte, vida frágil: Ecuador y El Salvador han adoptado el dólar como moneda nacional, pero la población huye. Nunca esos países habían producido tanta pobreza y tantos emigrantes. La venta de carne humana al extranjero genera desarraigo, tristeza y divisas. Los ecuatorianos obligados a buscar trabajo en otra parte han enviado a su país, en el año 2001, una cantidad de dinero que supera la suma de las exportaciones de banano, camarón, atún, café y cacao.

También Uruguay y Argentina expulsan a sus hijos jóvenes. Los emigrantes, nietos de inmigrantes, dejan a sus espaldas familias destrozadas y memorias que duelen. "Doctor, me rompieron el alma": ¿en qué hospital se cura eso? En Argentina, un concurso de televisión ofrece, cada día, el premio más codiciado: un empleo. Las colas son larguísimas. El programa elige los candidatos, y el público vota. Consigue trabajo el que más lágrimas derrama y más lágrimas arranca. Sony Pictures está vendiendo la exitosa fórmula en todo el mundo.

¿Qué empleo? El que venga. ¿Por cuánto? Por lo que sea y como sea. La desesperación de los que buscan trabajo, y la angustia de los que temen perderlo, obligan a aceptar lo inaceptable. En todo el mundo se impone "el modelo Wal-Mart". La empresa número uno de Estados Unidos prohíbe los sindicatos y estira los horarios sin pagar horas extra. El Mercado exporta su lucrativo ejemplo. Cuanto más dolidos están los países, más fácil resulta convertir el derecho laboral en papel mojado.

Y más fácil resulta, también, sacrificar otros derechos. Los papás del caos venden el orden. La pobreza y la desocupación multiplican la delincuencia, que difunde el pánico, y en ese caldo de cultivo florece lo peor. Los militares argentinos, que mucho saben de crímenes, están siendo invitados a combatir el crimen: que vengan a salvarnos de la delincuencia, clama a gritos Carlos Menem, un funcionario del Mercado que de delincuencia sabe mucho porque la ejerció como nadie cuando fue presidente.

* * * * *

Costos bajísimos, ganancias mil, controles cero: un barco petrolero se parte por la mitad y la mortífera marea negra ataca las costas de Galicia y más allá.

El negocio más rentable del mundo genera fortunas y desastres "naturales". Los gases venenosos que el petróleo echa al aire son la causa principal del agujero del ozono, que ya tiene el tamaño de Estados Unidos, y de la locura del clima. En Etiopía y en otros países africanos, la sequía está condenando a millones de personas a la peor hambruna de los últimos veinte años, mientras Alemania y otros países europeos vienen de sufrir inundaciones que han sido la peor catástrofe del último medio siglo.

Además, el petróleo genera guerras. Pobre Irak.



Sacado de Brecha, Montevideo, viernes 13 de diciembre de 2002

La ropa que nos ponen


Foto: John Adams
"La ropa que nos ponen". Autor: Koldo (Del libro “Diario de Itxaso”)


A un preso le queda el recurso de la huelga de hambre para hacer respetar sus derechos. A un náufrago siempre le sobrevive la esperanza de que aparezca un barco para hacer valer sus ilusiones. A un bebé no le va a quedar más remedio que aceptar la ropa que se le ponga. Sin embargo, el que no podamos expresar quejas formales sobre la indumentaria con que se nos viste, no quiere decir que carezcamos de opinión al respecto.


Porque otra vez, en la ropa, van a encontrar los padres excusas para vestirse, pretextos para mostrarse, razones para volver a ser, muchos años después, el sueño que no fueron.
De ahí su insistencia en proyectar sobre los hijos, no sólo sus ideas, también sus creencias, sus pasiones, sus gustos.


Antes de vestir a un bebé debieran los padres preguntarse a quién, en verdad, están vistiendo, para qué lo visten, ponerse unos segundos en el lugar del bebé y responderse si los lazos rosas en la cabeza del bebé, además de ridículos, no suponen un peligro, responderse si no habrá comido ya el bebé suficientes hilachas de lana del pijama que le tejiera la abuela como para no quitárselo, responderse cuál pueda ser el destino de las arandelas bordadas en el cuello, de los botones de la camisa, que no sea la boca del bebé. El hecho de que el abuelo le haya regalado un abrigo al bebé, por ejemplo, no obliga a los padres a ponérselo cada vez que lo visitan, especialmente, en verano.


En caso de dudas, bastaría con apelar al sentido común para dar con las respuestas correctas pero, dadas las carencias de tan común sentido, mejor les dejo algunas oportunas recomendaciones:


1.-Nada más delicado que la piel de un bebé por lo que no se recomienda tejidos que no sean naturales o que irriten la piel. La tela de saco, por ejemplo, podrá ser muy barata pero no es adecuada. Además, las pomadas y ungüentos que tendrá que comprar para aliviar la piel de su bebé le saldrán más caras.
2.-La ropa de un bebé debe ser holgada. Tenga la seguridad de que a él, al menos por el momento, no le inquieta demasiado la imagen que pueda proyectar y antepone la comodidad a cualquier otro detalle.


A algunos padres, vestir a sus bebés con ropa holgada les ayuda a evitar desagradables accidentes domésticos, y a los bebés les ahorra brazos partidos, tendones rotos, clavículas fuera de su sitio, por el empeño en vestirlos con ropas demasiado estrechas.


3.-Son muchos los vestidos, camisitas, pijamas, baberos o los llamados “bodies” que por distintas razones, además de su mala calidad, desprenden hilos. Para no tener que buscarlos con pinzas en la garganta del bebé es recomendable asegurarse de que la ropa que se le ponga no desprenda hilachas.
4.-Si para ponerle el pijama a su bebé deben los padres atenerse al manual de instrucciones que traiga el pijama, con la localización en un plano de los botones, los cierres, los pliegues y demás fases que implique la operación, es preferible buscar otro pijama o arroparlo con una manta. Recuerde que la sencillez no es una desgracia, ni una tara, ni un delito.
5.-La ropa, incluyendo los pañales, debe cambiarse con cierta frecuencia, la necesaria para que el bebé no atraiga las moscas más de lo debido.
Aunque los estómagos de los bebés no pueden, todavía, ni en su forma ni en su medida, procesar los alimentos que ingiere y digiere un adulto, ¡los bebés también cagamos! ¡Necesitamos que nos cambien!


COMO NO EQUIVOCARSE AL VESTIR A UN BEBE


Es posible que ninguna receta sea infalible, y la que sigue es un buen ejemplo, pero me arriesgo a sugerirles los siguientes pasos para no tener que lamentar errores.
El primer paso consiste en aprender de memoria las definiciones que el diccionario de la lengua nos aporta sobre estas dos palabras:

  • Vestir: Acto de poner o ponerse la ropa.
  • Disfrazar: Cambiar el aspecto natural de personas o cosas

Una vez haya aprendido ambas definiciones deberá proceder a vestir o disfrazar a su hijo, según sea su interés. Le recuerdo que los carnavales, generalmente, son en febrero.
El segundo paso exige tres compromisos de su parte:


-Primer compromiso: Ningún delito que haya podido cometer su hijo es merecedor de que lo vista de “Marinerito”. No importa lo que haya hecho, no importa la gravedad de su falta, de ninguna manera puede un niño ser forzado a padecer traje de tanto ultraje. Ni siquiera en caso de primera comunión es aconsejable atuendo tan anacrónico. El niño “marinero” no sólo será objeto de crueles bromas por parte de amigos y enemigos, sino que acabará perdiendo su fe en el ser humano el día en que, de verdad, conozca a un marinero.


-Segundo compromiso: Nunca disfrace a su hija de “niña de la pradera”. Hablo de esos vaporosos vestidos de doble ruedo, con enaguas, incluso, y cuello y sobrecuello, y manga y sobremanga, y blanco delantal de amplios bolsillos con florecillas bordadas en hilo. Su hija no tiene la culpa de que usted haya tenido un mal día.


-Tercer compromiso: Se le puede disculpar que, ocasionalmente, en circunstancias muy especiales, disfrace a su hijo de marinerito. Se le puede perdonar que, abrumado por quién sabe qué causas, ponga a su hija en evidencia. Pero nunca, bajo ningún concepto, los vista de adultos.

Publicado en Rebelión el 23/06/2006

22 junio 2006

... Y Llueve

Foto: Anabel Gregorio
...Y LLUEVE
Bitoriano Gandiaga, 1961

Y fresco y claro
el ruido
saltarín y alegre
de las goteras,
en el patio
interior y resguardado
del claustro;
largo ruido,
de palmo y medio,
o un clavel
blanco de alto
...Y llueve.

Como siempre,
más llueve en el alma
que fuera.
Como siempre,
el ruido alegre
de las goteras,
dentro del alma,
como siempre,
largo de palmo y medio,
o un clavel
blanco de alto.
...Y llueve, y llueve.


Traducción: Pedro de Anasagasti
Versión original:
T'EURIA

Los a Jazmín Fragantes

Imagen: Susana Di Momo "Jazmines"
"Los Jazmines Fragantes" de Hafez Shirazi

Los a jazmín fragantes, cuando se sientan, sientan el tamo de la tristeza.
Los de cara de hada, cuando disputan, prenden del corazón la calma.

La tiranía, cuando a su cincha los corazones ata, los arrebata.
Por los bucles** ámbar, cuando se sueltan, se inmolan almas.

Toda la vida, cuando un instante con nosotros se sientan, se levantan.
El esqueje de anhelo, en la mente, cuando se alzan, plantan.

Del eremita el llanto, cuando se alcanza, se alcanzan perlas.
Si lo saben, los amorosos rostros de los madrugadores, no se apartan.

De mi ojo, rojos granates***, cuando se ríen, llueven.
De mi rostro, el oculto secreto, cuando contemplan, leen.

Como Mansur*, los que su meta hallan, se hallan bien en la horca.
Del intelecto, los que remedio buscan, quedan paralizados.

Los deseantes, en su Presencia, logran un gesto esquivo, cuando su anhelo expresan.
En esta corte, cuando Hafez convocan, lo alejan.
* * * * *
* Mansur: Hal·lach
** Bucles: (Zolf) Palabra habitual en los textos místicos. Al ser el mundo una trampa, el bucle es la trampa que seduce y a la vez una prueba para los que desean seguir el camino de Dios y ansían llegar al Amado. En ocasiones, el bucle es un velo oscuro en la cara del amado, en otras, el hecho de enroscarse del bucle (chambar) remite al círculo de la existencia donde se reúnen los seres. El bucle alude también a los cambios sufridos por el hombre. Por otra parte, la expresión zolf goshundan, abrir el bucle, se refiere a las iluminaciones epifánicas de la unicidad a la cual, a través de la ascética, llegan los caminantes de la vía. El bucle aparece unido a la noche, y su longitud representada la de ésta. Cuando es así, la apertura de los nudos del bucle expresa su prolongación. A titulo personal añadir que también representa el cabello.
*** Granate: Se entiende la piedra semipreciosa llamada granate y se trata de una metáfora de vino, labio y, en ocasiones, de lágrima.

Gestionar el sufrimiento

Foto: Siro López
Sufrir un delito supone una experiencia traumática. El miedo aparece, y con él, las decisiones más elementales a tomar en la vida son adoptadas desde criterios de temor. La confianza desaparece y bastantes cosas ya nunca serán igual. De la mano del miedo aparece el sufrimiento ante la incomprensión de la conducta sufrida. Ahora bien, se puede mantener el recuerdo vivo de las víctimas, desde la serenidad. El proceso para ello no es sencillo, pero es posible.. Por otro lado, el infractor sufre la detención y la inseguridad personal, familiar y social hacia futuro ante una eventual condena; si ésta llega, padece el encierro carcelario en el que la adaptación a la violencia física y relacional, tan intensa con irracional, genera en las personas graves consecuencias físicas, emocionales y relacionales, frecuentemente, irreversibles. A ello se le une, por lo general, la irresponsabilización por la conducta delictiva realizada: de ser agresor pasa sentirse víctima, salvo excepciones, ante una reacción del sistema penal que es desproporcionadamente violenta. Quienes han sufrido la cárcel o quienes acompañamos a personas que la han soportado, sabemos de ello. Con todo, la violencia ejercida y la sufrida se trasforma en un nuevo incremento de violencia. cuando el fuego se combate con fuego, todo acaba en cenizas. El sistema penal, lejos de pacificar internamente a la víctima, genera más odio, más sensación de venganza; emociones que mantenidas en el cuerpo durante mucho tiempo conducen a la enfermedad física y mental. Es posible un escenario distinto, sin abandonar la aplicación de la ley penal ni el proceso con todas sus garantías. Un instrumento que permita a las partes del conflicto gestionar el sufrimiento estableciendo pautas que permitan a la víctima expresar su dolor ante el infractor para que escuche y pueda hacerse cargo del daño causado, responsabilizándose de su conducta y reparando el daño. Un instrumento que permita a la víctima preguntar las causas del comportamiento sufrido, conocer la situación de la persona infractora, del pasado si lo desea, y lo que puede devenir en el futuro. Este encuentro personal con un profesional de la mediación, previo trabajo individual, posibilita la petición de perdón, su aceptación, y en último extremo, que el miedo y la violencia interna desaparezca para que se pueda recobrar el equilibrio interno; y que, la violencia institucional ejercida sobre la persona acusada sea la mínima imprescindible, aplicando la atenuante de reparación del daño prevista en el art. 21.5 del Código penal y las medidas alternativas que legalmente están previstas en el código penal. Este proceso lo consigue la mediación penal y penitenciaria. Las experiencias existentes, aunque escasas, prometen albergar la esperanza de su próxima incorporación a las leyes penales y procesales.

Julián Ríos
Es profesor de Derecho Penal en la Universidad Pontificia de Comillas

21 junio 2006

Fragmentos para dominar el silencio




Cuadro de Sonia Hernández "Silencio"
"Fragmentos para dominar el silencio" de Alejandra Pizarnik,
de "La extracción de la piedra de la locura, 1968"

I
Las fuerzas del lenguaje son las damas solitarias, desoladas, que cantan a través de mi voz que escucho a lo lejos. Y lejos, en la negra arena, yace una niña densa de música ancestral. ¿Dónde la verdadera muerte? He querido iluminarme a la luz de mi falta de luz. Los ramos se mueren en la memoria. La yacente anida en mí con su máscara de loba. La que no pudo más e imploró llamas y ardimos.

* * * * *
II
Cuando a la casa del lenguaje se le vuela el tejado y las palabras no guarecen, yo hablo. Las damas de rojo se extraviaron dentro de sus máscaras aunque regresarán para sollozar entre flores. No es muda la muerte. Escucho el canto de los enlutados sellar las hendiduras del silencio. Escucho tu dulcísimo llanto florecer mi silencio gris.

* * * * *
III
La muerte ha restituido al silencio su prestigio hechizante. Y yo no diré mi poema y yo he de decirlo. Aún si el poema (aquí, ahora) no tiene sentido, no tiene destino.

Palabras menores


Para Milena


" Palabras menores "
Un poema de Mario Benedetti


La palabra se engaña en el papel
como el oasis en los espejismos
y en vez de los relámpagos del libre
nos encomienda una canción cautiva

puede ser asimismo un artificio
talismán aportado por las lenguas
o el alerta con un hilo de voz
como punto de fuga o de clausura

la palabra interrumpe/no vegeta
convierte la memoria en un tatuaje
sobrevuela el espacio como un buitre
y se mete en plegarias y blasfemias

como cierre virtual de los silencios
lazarillo de la naturaleza
salvoconducto del malentendido
es un cruce de síes y de noes

si se astilla o se quiebra la palabra
nadie es capaz de reparar sus sílabas
con la palabra nos quedamos mudos
porque todo nos queda por decir



20 junio 2006

Gacela XXX


Llegó la rosa, amigos;
vengan, vengan los juegos;
esto mismo aconsejan
los venerandos viejos.

No hay tristeza ahora en nadie,
pero, ¡ay!, que vuela el tiempo.
Pues bebamos con ansia
mas que el tapiz manchemos.

Dulce el aura es, da gozo;
mas yo apurar prefiero
el rojo vino al lado
de un semblante halagüeño.

Venga la lira;
adversa es la suerte a los buenos.
¿Para evitar su angustia
por qué no enloquecemos?

¡Cómo brilla la rosa!
Agua y vino, que el fuego
de amor, que me consume
quiero apagar con ellos.

Hafiz, ruiseñor eres.
¿Pues cómo tú al aspecto
de las rosas pudieras
mantenerte en silencio?




* * * * *

101 POEMAS, de Hafez Shirazí
Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, Madrid, 2002, 285 p., Por: José Ángel Cilleruelo

Si el azar abre un libro de autor desconocido y el lector descubre versos como estos: “¿Quién sabe, Kavus y Key a do partieron? / El trono de Yamshid, ¿adónde lo llevó el viento?” (p. 77). O acaso éste: “¿Qué fue de los ruiseñores?, de los pájaros, ¿qué se hizo?” (p. 113); tal vez no comprenda las referencias, pero sabe de qué hablan porque recuerda otros, casi exactos, que escribió en el siglo xv Jorge Manrique. Y si lee estos, sin embargo: “En la época de rosas no estés sin vino, arpa ni testigo, / que tal breves semanas transcurre el tiempo de una vida” (p. 133); cambia de siglo y de tópico: piensa en el carpe diem renacentista. Pero si son otros los elegidos, aunque eche de menos los acentos que con tanta precisión colocaban los poetas barrocos, habrá avanzado un siglo: “Un ruiseñor con su sangre hizo crecer una rosa, / mas el viento de los celos cien espinas le clavó” (p. 93). Y si el autor de estos versos parece un lector compulsivo de Góngora, en otros momentos se diría que acaba de cerrar un libro de Quevedo: “Abre mi tumba y observa, cuando haya muerto, / cómo humea mi sudario por el fuego que yo albergo” (p. 147).

Si ese hipotético lector guiado por el azar y la ignorancia siguiera leyendo, posiblemente creyera aproximarse a las fechas del autor. A veces le parecería un admirador de Bécquer: “Por una mirada, el ave del corazón voló muy alto. / ¡Oh ojo, contempla en qué trampa fue atrapado!” (p. 83). En otras ocasiones le situaría ya en el siglo xx: “El juego del amor, la juventud, el vino granate, / la tertulia íntima, el amigo cómplice...” y la enumeración que continúa en el poema “Este banquete” (p. 181), ¿no parecen haber pasado por las manos de Borges? Y: “Anoche, hallándome en la taberna, ebrio y desastrado, / ¿sabes qué nueva me dio el ángel del misterio?” (p. 55), ¿no dan la impresión de escritos por un acólito de Bukowski o de Carver? O incluso más próximo: “Ven, ven, y con el vino, durante un rato, seremos ruinas / y tal vez, entre estas ruinas, un tesoro hallaremos” (p. 77), versos por los que pondría una mano en el fuego para defender que fueron escritos por José Hierro, posiblemente en su libro Alegría de 1947.

Todos estos versos, que parecen extraídos de un antología general de la poesía española, fueron anotados en su Diván por el poeta persa Hafez, que nació en la ciudad de Shiraz el año 1320 (el 720 de la Hégira), que vivió 77 años durante las épocas más turbulentas de la historia persa y tuvo que escribir después de que lo hubieran hecho los grandes poetas de la edad dorada, como Omar Jayyam (1048-1131) o Yalal ud-Din Rumi (1207-1273), y tras los grandes místicos del sufismo, como Ibn Arabi (fallecido en 1240). Tal vez por ello Hafez, que se encontró con una grandiosa retórica anquilosada y una vivísima mística convertida en rito, decidiera dar un paso definitivo hacia la vida: “No por mi pie fui de la mezquita a la taberna: / consecuencia de mi sino desde el primer día ha sido” (85). Y desde la taberna, lugar donde la decadencia se despoja de sus molestas abstracciones y cobra el sentido de lo concreto, de lo real, Hafez va a cantar el vino, el amor, la religiosidad directa (muchos poemas parecen inspirados en Erasmo) y la vida bohemia del rend, cuya personalidad independiente, crítica y artística evoca, o mejor, lo emparienta a través de los siglos directamente con el flâneur baudeleriano.


Del "Prólogo"

"Comparables a los hermosos alicatados de las mezquitas iraníes, los versos de Hafez están tan llenos de destellos y de movimiento que nos atrapan; ostentan un dominio técnico, una brillantez de imágenes y una melodía tales que sólo pueden ser el fruto de un creador inspirado y, ante todo, inteligente y lúdico. A través de ellos podemos detectar el goce de su autor al realizar sus piezas como un orfebre y a construir ese mundo propio singular y deslumbrante, como un mosaico formado de piezas análogas que aparecen en posiciones distintas y cambiando de contexto, de modo que el ojo no tiene reposo y es siempre atrapado por la sorpresa. Esto explica que dichos poemas no envejezcan, que a cada lectura parezcan renovados, y que estén presentes en el mundo persa actual como referencia y punto de apoyo, tanto en la vida cotidiana -pues a ellos se acude para consultar el futuro- como en la creación."


* * * * *



* * * * *


"Con frecuencia en el ser oscuro
habita un dios escondido
y como un ojo naciente
por sus párpados cubierto
un puro espíritu se acrece
bajo la corteza de las piedras."

Autor: Gérar de Nerval en "Versos áureos o dorados"

Instantes

"Noche estrellada" oleo de Vincent Van Gogh actualmente en el museo Moma de New York
Escrito por silence in your eyes.
*****

Celebro de nuevo el fin de una vida. Una vez más.
Poder contemplar las estrellas ha supuesto alcanzar ese pedazo de cielo que creía perdido. Sumergirme en el abismo de la noche para morir una vez más. Ahogarme en la serenidad del momento y perder el contacto con la superficie.
Solía contar las estrellas. Admirar la belleza perdida y susurrar a su oído verdades sin fe, deseos desesperados por evitar ser barridos por el viento y torturados por el mandato de esa boca cruel, insatisfecha.
Recuerdo ese paseo a media noche, sin rumbo fijo, tu mano sobre la mía y sobre ambas un mundo de promesas. Nunca olvidaré esa mirada que no se dirigía a mí, se perdía en el paisaje tras de mí, evadiéndose en la inconsistencia del momento. Nunca jamás me sentí traicionado, nunca entendí por qué…. ¿por qué?
Veo tu cara una vez más y me pierdo en la tristeza de tu gesto. Es ahora cuando dirás que nunca más, que eres mi condena y por ello debes inmolarte. Es ahora cuando diré que debes hacerlo, que debes acabar aquello que empezaste y dar fin a mi pecado. Nunca olvidaré tus palabras aquella noche de verano, selladas en mí, fundiéndose, desvaneciéndose, muriendo como muere el calor en la noche, el silencio en sus ojos.
Si me permites callar una vez más, lo haré. De la misma forma que me otorgaste el honor de entrar en tu vida, arrancaré los últimos pedazos de tu ansia por vivir y pondré fin a este teatro de bucólicas escenas, de traumáticos actores y de telones cayendo…en lejanos horizontes que nunca serán alcanzados.

Cultura


Grupo de teatro de Madrid El canto de la cabra
En la obra "Los días que todo va bien", en el 2004,
Sinopsis:

"Metieron a cinco monos en una jaula, con una escalera en el centro y, sobre ella, un montón de plátanos. Cuando un mono intentaba subir a la escalera para coger la fruta, se lanzaba un chorro de agua fría sobre los que permanecían en el suelo. Pasado algún tiempo no hicieron falta más chorros de agua fría, los propios monos arremetían a golpes contra el que intentaba alcanzar las bananas.

Se sustituyó a uno de los monos. Lo primero que hizo fue lanzarse a la escalera, inmediatamente fue apaleado por los otros monos. Un segundo mono fue sustituido, ocurrió lo mismo y el primer sustituto participó con entusiasmo en las palizas al novato. Un tercero fue cambiado, y el hecho se repitió. Finalmente, el último de los veteranos fue sustituido, quedando un grupo de cinco monos que, aún cuando nunca habían recibido un baño de agua fría, continuaban golpeando a aquel que intentaba llegar a las bananas.

Si hubiera sido posible preguntar a alguno de ellos por qué pegaban al que intentaba llegar a las bananas, con certeza la respuesta sería:

No sé, aquí las cosas siempre se han hecho así".

19 junio 2006

Ha comenzado una noche eterna


"Sábanas" oleo de J. Enrique González

Rainer Maria Rilke de " El libro de las sombras "

*****

A ti, oscuridad de la que vengo,
te amo más que a la llama
que limita el mundo
y brilla sólo
para algún círculo
fuera del cual ningún ser sabe de ella.

Pero la oscuridad lo retiene todo:
formas y llamas, animales y a mí,
tal como los atrapa,
personas y poderes...

Y puede ser que una gran fuerza
cerca de mí se agite.

Creo en las noches.

12 junio 2006

Mentiras

Título de la canción "Mentiras" del Album "Senhas".
Autora Adriana Calcanhotto


Nada ficou no lugar
Eu quero quebrar essas xícaras
Eu vou enganar o diabo
Eu quero acordar sua familia

Eu vou escrever no seu muro
e violentar o seu rosto
Eu quero roubar no seu jogo
Eu ja arranhei os seus discos

Que é pra ver se você volta
Que é pra ver se você vem
Que é pra ver se você olha
Pra mim

Nada ficou no lugar
Eu quero entregar suas mentiras
Eu vou invadir sua alma
Queria falar sua lingua

Eu vou publicar seus segredos
Eu vou Mergulhar sua guia
Eu vou derramar nos seus planos
o resto da minha alegria

Que é pra ver se você volta
Que é pra ver se você vem
Que é pra ver se você olha
Pra mim

Sonreir..

Se agradece mucho, mucho, mucho estas maravillas, siiiiiiii señor!!

10 junio 2006

Baladas en castellano

Cuando, como hoy, la nostalgia nos golpea el alma lo mejor es no resistir y dejarse llevar de la mano. Arropados por ella a veces descubrimos sentimientos y sensaciones insospechados.
Hoy sonó en la radio una balada de Demi Roussos "Morir al lado de mi amor" y al oir la canción he recordado algunas cosas en las que hacía miles de años que no pensaba y me ha encantado. Cuántas baladas han llenado y acompañado nuestros ratos de tristeza, de melancolía; nuestros momentos de soledad!
Os la pongo aquí con la seguridad de que a vosotros, como a mi, os traerá algún bonito o no tan bonito recuerdo. Es una balada tristísima y aunque no me gusta mucho este cantante, si me gusta mucho esta canción.

Si encuentro alguna más la pondré. Pero solo baladas en castellano, ehh? :) Buen Finde.


08 junio 2006

El mundo invisible de Xosé Luis Suárez


-----"La felicidad y el absurdo son dos hijos de la misma tierra" Albert Camus ------


"El mundo Invisible tiene como punto de partida la contradicción que puede existir en el hombre actual al generar a su alrededor por un lado la felicidad y el bienestar a través del progreso social, económico y cultural y por otro lado al programar su propia destrucción para alcanzar este progreso. Esta destrucción que engendra el hombre provoca al mismo tiempo una agresión que tiene una reacción recíproca. El hombre ejerce esta agresión sobre la ciudad haciéndola crecer de una forma desmesurada y sobre la naturaleza espollándola al explotar de una forma incontrolada sus recursos. La propia ciudad y la naturaleza le devuelven esta agresión, a modo de venganza, originandole no pocos problemas." [...]
"Al final de esta búsqueda, como decía Albert Camus al final de todo ese esfuerzo delimitado por ese espacio sin cielo y por el tiempo sin profundidad ¿se llegará a la meta?, o por el contrario el hombre volverá a empezar y hará como Sísifo, contemplará de nuevo precipitarse la piedra hacia ese mundo inferior desde donde tendrá que empezar a subir de nuevo. " Xosé Luis Suárez.

Xosé Luis Suárez vive y trabaja en Vigo, España y se le puede localizar en: xlsuarez@uscmail.usc.es

06 junio 2006

Acerca de Castilla, 124...

Castilla 124 es una calle cualquiera en cualquier parte del mundo. Una calle nueva que se va llenando de gente que viene de otros sitios.
Llevamos mucha carga y creemos que las palabras son una buena forma de ir soltando peso y aliviar el alma.

Llegamos aquí unidos por la necesidad de comunicar anónimamente lo que sentimos. Nace Castilla, 124 poco a poco, con los diferentes colores de cada uno, con tus gustos y los míos, con la estética que cada uno necesita; con la forma que tiene cada uno de comunicar, de expresar lo que siente y cómo lo siente.

Sabemos que la palabra no es la única forma. Construimos muros para poder pintar, aceras para colgar los dibujos que nos emocionan, portales en donde escuchar los ecos de la música que nos gusta o que componemos, pisos llenos de fotografías que nos recuerdan lo que dejamos atrás o nuestras ilusiones y sueños.

Llegamos aquí, sin mucho equipaje, con muchos recuerdos y alguna que otra pérdida. Solo se trata de empezar otra vez a usar las palabras.

Tenemos árboles, casas blancas, rincones para sentarse cómodamente con los amigos a charlar, veranos calurosos, inviernos frios, rincones oscuros para hacer el amor sin que nos miren, portales sin luz para salir o para entrar, farolas que iluminan la luna, siluetas que asustan, ruidos y voces, gritos, niños jugando a ser mayores, adultos jugando a ser niños, tiendas de regalos...

Vinimos para "no aceptar otro orden que el de las afinidades, otra cronología que la del corazón. Otro horario que el de los encuentros a deshora, los verdaderos."(*)

... Las palabras están aquí por que las has puesto tú!

(*) Julio Cortázar