02 mayo 2007

Un vivo en crisis y un muerto-muerto

Imagen de GSteve "nº 9"

Está la política y están las payasadas. No existe frontera insalvable entre lo uno y lo otro, pero hay que reconocer que la política real, la que desemboca en decisiones que tienen efectos reales, limita la payasada al uso instrumental y sólo cuando considera que funciona. Luego hay mucha tela que cortar; por ejemplo, a qué porcentaje de payasos se accede con tal o cual payasada, o incluso qué cantidad aproximada de payasos se pueden crear, en tal o cual segmento, con esta o aquella payasada. Sin embargo, estaremos de acuerdo con la afirmación de que una cosa es la política, con o sin payasadas instrumentales, y otra la payasada pura, con o sin instrumentalización de la política.
Digo esto a cuento de la crisis de la izquierda y porque hoy es 1º de Mayo. Pero antes de seguir adelante, falta echar un vistazo a la invitada que se ha colado en la frase anterior, la palabra «crisis». Una palabra bastante decente; directa, evocadora, de significado inconfundible. Una palabra que implica existencia de vida, porque no puede haber crisis en ausencia de vida. Nadie diría de un muerto, salvo tal vez un periodista, que se encuentra en estado crítico. Si está en crisis, está vivo; si está muerto y aun así hay crisis, no será la del cadáver: será otra cosa. Y ahí te quería ver.

Soy de la opinión de que necesitamos no sólo una socialdemocracia fuerte sino también el espacio que ocuparon los antiguos partidos comunistas democráticos, los grandes partidos eurocomunistas. Pero que lo necesitemos no significa, obviamente, que lo vayamos a tener. «Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo», dijo Arquímedes, que entendía de las cosas del movimiento y del viejo asunto de la correlación de fuerzas. En lo tocante a la socialdemocracia, no hay sorpresa en el melón de los partidos demócratas con los Bayrou y los Democratici della sinistra; es fruta de la que ya se tenía constancia en el laborismo inglés y el socialismo español. En lo tocante al muerto, esto es lo que es y no lo que algunos sueñan: marginalidad de la italiana Refundación Comunista, dos por ciento pelado del PCF y un resultado que para el PCE no sería mejor si los zorrocotrocos que viven del difunto confirmaran la brillante idea de separarse de Izquierda Unida por creer que se pueden presentar a elecciones y no directamente a un sepelio. «Algo habremos hecho mal», dice doña Rossanda. Algo. Qué sería de la taxidermia sin el sentido del humor.

La izquierda politica lleva tres décadas de retraso. Tres décadas en las que han pasado muchas cosas, incluido el enésimo salto de la globalización que siempre estuvo aquí, porque siempre ha estado aquí, como el aire. El resultado es una socialdemocracia que en el mejor de los casos juega a suavizar la caída y la destrucción prácticamente completa del espacio del deber ser, de los que sin negar los hechos ni condenarnos al infierno de los mitos regresivos, pretendían acelerar nuestra evolución. Y ya está, no hay más izquierda. Tenemos un vivo en crisis y un muerto-muerto.

Por suerte para todos, no hay mal que cien años dure. Que nuestros representantes no atinen o no se atrevan con las soluciones no quiere decir, en modo alguno, que no las haya o que no se conozcan. Las hay y se conocen. Pero de momento, dejemos una analogía en honor a la fiesta que celebramos: lo único que nos salva de desastres más graves es el sindicalismo. No es casualidad. Los sindicatos, allá donde hay sindicalismo libre y de clase, trabajan. Actúan. Dan respuestas más o menos atinadas a problemas concretos y a la propia generalidad de la economía. Ningún sindicato duraría dos días si ante el cierre de una fábrica o un despido improcedente reaccionara con discursos morales. Porque está la política y están las payasadas.




Jesús Gómez Gutiérrez
La Insignia. España, mayo del 2007

1 comentario:

  1. La izquierda, los estados, las personas, todos llevamos 3 decadas de retraso...
    No sólo no hubo anticipación... los nuevo señores del mundo, las empresas transnacionales (con personas al frente con sus nombres y apellidos no lo olvidemos) encontraron armas como la deslocalización,
    ¿no hay aun palabras en respuesta para responder? ¿seria necesario un nuevo tipo de regulacion para poder poner freno a todo esto? no veo otra salida... pero no sigamos parados,

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