10 agosto 2009

Paraguas


Imagen de Rakesh Syal "Lady of the woods"

No llueve.
No se desangran en lágrimas las nubes
sobre la sombría nostalgia envolviéndome en la ciudad.
La calma acaricia los senos de la tarde.
Tú desnudez en mi recuerdo no es mas
que la transparencia entrañable
donde bajan, la caricia, el beso,
el calor, el ciego y lésbico contraste,
la algarabía de la piel, la suciedad perfecta y bella,
el silencio, los aromas cimbreados, el amor.
Vuelvo la mirada
hacia los cálidos rieles de la seda
en las venenosas horas que ahuyentan el ahogo.
Me cubro.
Entre escombros de sábanas
entre el recuerdo de tu piel.
No llueve
y extraño el sonido del agua entre las plantas.
No llueve
Pero el repiquetear de gotas en la vereda
me recuerdan tu voz.
Vuelvo la mirada hacia la anchura de mi cama vacía.
Tras la espalda no queda sombra,
ni vestigio de sudor ni revuelta y seca boca,
quedan bocadillos de aire
embestidos nudillos espirantes
de un golpeteo que les embarque al pulcro sudario,
hacia el oasis abandonado del más tierno y loco peso,
hacia el territorio donde se quiebran las sombras
tapándome.
Cubriéndome con Paraguas
para arropar la ansiedad de estos días.

Jose Luis Colombini

2 comentarios:

B I E N V E N I D O !
Aquí no eres un extraño