13 abril 2010

Etapas

Fotografía de Evan Lavine "Los cuatro"

Cierro los ojos, cuento hasta tres y todo regresa de nuevo.

Resulta cíclico: cada comienzo de primavera se me amontonan los pensamientos y los recuerdos como si no hubiera pasado el tiempo. Como en un dejavú. Cierro los ojos y regresas.
Aquel adiós lo dije con el corazón y con la cabeza, con las manos, los ojos, la boca y con el estómago; lo grité con todo mí ser en cuerpo y alma. Fue largo el parto y me costó mucho provocar la situación que hiciera natural todo y mucho más mantenerla como para seguir pensando en ello. Y no creas que me estoy echando atrás... no, no… Posiblemente lo parezca, pero solo intento poner de nuevo en claro mis ideas. Necesito recordar todas las razones, poner orden en mis sentimientos y pararme una vez más, a pensar en aquello. Fue una decisión importante, muy dolorosa y tremendamente necesaria. No es tan raro después de tantos años asustarme como una adolescente frente a lo desconocido o no tan desconocido, y correr a esconderme debajo de la mesa cuando decido quitar el polvo a los recuerdos y enfrentar mi sombra y tú recuerdo, el de entonces. A lo mejor descubro que me equivoqué. Estoy segura de que no, pero y sí, si… No es que yo quiera borrar lo ocurrido, pensar que nada pasó; no es que me arrepienta, o que pese tanto en mi ánimo lo que echo de menos de aquella etapa, ni siquiera que no pueda respirar cuando pienso en aquellos días; no creo que sea nada de eso. Quizá solo intente justificarme… o simplemente se me pasó por la cabeza que pudiera estar confundida y que toda mi argumentación fuera solo eso, una pobre argumentación y nada más. Quizá no tenga ningún sentido ni lo que pienso ahora ni las justificaciones de entonces. A lo mejor solo me estoy dejando influenciar por el presente, o por los recuerdos que insistentemente se apoderan de mí últimamente, quizá esto quiera también decir algo. Lo único cierto de todo es que cierro los ojos nuevamente, cuento hasta tres y todo regresa de nuevo y yo sigo aquí, parada, permanentemente quieta, siendo la mujer que antes no era y luchando por ser la mujer que un día vi reflejada en un espejo y, sabes qué? Me gusta ...

Han pasado muchos años desde la primera rosa a ésta que tengo en mis manos. Dime... en qué se diferencian?

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