06 junio 2010

Madurar

 Fotografía de Stefano Mannucci "Meeting Point"

No me hagas decir bobadas.

Ya te he dicho que estoy bien. Nada de lujos. Nada de pasiones. Nada de todo, solo un poco de lo que me hace bien y así la vida me sabe a vainilla. Solo eso.

He pasado media vida buscando mi ritmo, conociendo mis gustos, reconociendo lo que me hace sonreír, lo que me hace bien, lo que me sienta de maravilla, lo que me estremece, lo que me conmueve. Es el momento de dejar la teoría y en eso ando: practicando lo aprendido y después de todo, resulta que me gusta, me sienta bien. Me hace bien.

Dejo el futuro y el pasado en su sitio, dentro del cuentagotas; y vivo tranquilamente este único momento. No necesito cambiar nada ahora, quizá otro día.

Pasé tiempo, mucho tiempo, demasiado tiempo, intentando agradar, intentando ser buena, hacer lo que se espera de mí. Ser la mejor madre, la mejor compañera, la mejor persona. He pasado algunos años, demasiados años, olvidándome de lo importante, confundiéndolo todo, planeando el futuro, soñando el futuro, viviendo el futuro... Necesité romper el capullo, estirar las alas y salir para darme cuenta de lo real, lo importante. Necesité volar alto y mirar hacia abajo para ver a lo que me aferraba. He necesitado llegar aquí. Si, quizá otro día.

Ahora se bien lo poco que necesito y la cantidad de cosas que me hacen feliz. Y en eso ando. Mi futuro llegó y le he dejado entrar. Solo eso.

2 comentarios:

B I E N V E N I D O !
Aquí no eres un extraño