07 febrero 2011

Entre recuerdos


Cada hoja, cada palabra escondida dejan dicho con todo lujo de detalles aquello que sentía de niña, de joven, de mujer… día a día. Aquel triste verano cuando apenas tenía 12 años, y los siguientes. El desamor, el despertar a lo cotidiano, el miedo a sufrir y a no sentirse querida, el desengaño, las alegrías de la vida, las amistades, la soledad. Relatos en primera persona.
¿Cuándo decidió perdonar del olvido aquellos pensamientos?
No querer olvidar también es una forma de enfrentar y continuar la vida.
Dentro de una caja amortajados por un viejo pañuelo están todos y cada uno de aquellos cuadernos usados a modo de diario que le sirvieron de amigo, de cómplice, de confidente. Fotografías detalladas y móviles de instantes imposibles de olvidar. Momentos retratados al segundo que han moldeado su rostro y su forma de mirar.

Entre palabra y palabra toda una vida.

Aquel verano los pétalos llenaban mi mano, moviéndose y deslizándose entre los dedos hacia el suelo. Tú me diste la rosa pero ya no era una flor. Sentada sobre las losetas, mi mirada viajaba desde los barrotes de la terraza de aquel tercer piso hacia la calle por donde, tan solo unos instantes antes, habías pasado tú y ahora, ese trozo de calle, estaba vacío y lejano. Todo comenzó aquel verano.


2 comentarios:

  1. La luna es lo que tiene ...
    Un abrazote

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  2. Alma es lo que tiene.

    Me gusta más tu luna que la de la canción... cut the bonds with the moon... Al mirarla dan ganas de aullar. :)

    Gracias.

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B I E N V E N I D O !
Aquí no eres un extraño