Dar un paseo ya no es cerrar los ojos y sentir el viento; ni reconocer a los amigos en los desconocidos, ni dar un paso y luego otro sin miedo a tropezar; pasear ya no es tener tiempo para decir hola o para decir adiós, ni es sentarte en el banco del final de la calle a ver pasar gente curiosa que te hace pensar en otros países, en otros lugares. Ir de paseo ya no es tomarte de la mano y caminar tu y yo, juntos... Ahora dar un paseo significa dar vueltas un sin fin de veces sin sentido alguno para llegar al mismo sitio y por nada y para nada; es poner del revés las cosas sencillas para hacerlas parecer importantes y mirar con gafas elegantes lo que antes mirabas solo con curiosidad. Dar un paseo hoy significa complicarnos la vida para no ser igual que ayer y para darse uno cuenta que caminamos solos... y todo para nada importarte y por nada interesante, solo por que hoy es lo que hay que hacer para ser como ellos quieren que seas: uniformemente normal.
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Aquí no eres un extraño