Castilla 124 es una calle cualquiera en cualquier parte del mundo. Una calle nueva que se va llenando de gente que viene de otros sitios.
Llevamos mucha carga y creemos que las palabras son una buena forma de ir soltando peso y aliviar el alma.
Llegamos aquí unidos por la necesidad de comunicar anónimamente lo que sentimos. Nace Castilla, 124 poco a poco, con los diferentes colores de cada uno, con tus gustos y los míos, con la estética que cada uno necesita; con la forma que tiene cada uno de comunicar, de expresar lo que siente y cómo lo siente.
Sabemos que la palabra no es la única forma. Construimos muros para poder pintar, aceras para colgar los dibujos que nos emocionan, portales en donde escuchar los ecos de la música que nos gusta o que componemos, pisos llenos de fotografías que nos recuerdan lo que dejamos atrás o nuestras ilusiones y sueños.
Llegamos aquí, sin mucho equipaje, con muchos recuerdos y alguna que otra pérdida. Solo se trata de empezar otra vez a usar las palabras.
Tenemos árboles, casas blancas, rincones para sentarse cómodamente con los amigos a charlar, veranos calurosos, inviernos frios, rincones oscuros para hacer el amor sin que nos miren, portales sin luz para salir o para entrar, farolas que iluminan la luna, siluetas que asustan, ruidos y voces, gritos, niños jugando a ser mayores, adultos jugando a ser niños, tiendas de regalos...
Vinimos para "no aceptar otro orden que el de las afinidades, otra cronología que la del corazón. Otro horario que el de los encuentros a deshora, los verdaderos."(*)
... Las palabras están aquí por que las has puesto tú!
(*) Julio Cortázar