Arcadi Espada y el canon
Arcadi Espada, según publica El Mundo y reproduce ACAM, ha dado rienda suelta a toda su ira contra aquellos que se oponen al canon. Concretamente ha dicho:
"Como cualquier otro impuesto el canon tiene rasgos de injusticia: pero el que paguen justos por pecadores es el rasgo clave de cualquier medida impositiva. Contra él se han alzado en bullicioso tropel la necedad, que es lo más liberal que existe; la aplicación de la línea general estalinista: si lo hace el Gobierno, malo será, y la digitación juvenil vigente, esa suerte de pickpockets de 20, de 30, de 40, y ¡hasta de 60! años, jóvenes todos, que aspiran a jubilarse (y van a conseguirlo: ivaya si van a conseguirlo[) sin haber tenido que pagar nada por nada. La generación del gratis total, que entiende la vida como un grifo que se abre y mana, sin más plan, y para la que el principal rasgo de la sociedad virtual es el de la desaparición del proceso, es decir, del sudor y del dolor, sustituido por la mágica emulsión del objeto".
Cada cual puede opinar lo que quiera, lo malo es que cuando llamas necios a los que no comparten tu opinión hay que asegurarse bien de que esa opinión tuya no se basa en un error. Es decir, si vas a criticar a los que se oponen al canon, sobre todo si lo haces tan duramente y desde un periódico que no leen precisamente cuatro gatos, no estaría de más que, al menos, supieras qué demonios es el canon y qué pretende remunerar éste. Dice Arcadi que el canon es "la respuesta a un paisaje fácil de explicar y de entender: el aumento de la facilidad de copia y disfrute de la obra original y la evidencia de que entre los países desarrollados España es uno de los más satisfecha y orgullosamente piratas".
Es un error muy común el de pensar que el canon pretende reparar los daños ocasionados por la piratería. Es decir, el canon sanearía de alguna manera una ilegalidad, siendo la solución eficaz y equilibrada a esa situación. Independientemente de lo que podamos opinar sobre esa conclusión, lo importante es que se basa en una premisa que es simple y llanamente falsa.
Tal y como indica el artículo 25, en relación con el 31.2, de la LPI, el canon remunera exclusivamente la realización de copias privadas y, por lo tanto, copias que están dentro de la legalidad. Es decir, no tiene su origen ni en la piratería ni en la reparación o compensación por ninguna otra ilegalidad. El canon, por tanto, no sanea ni deja dentro de la legalidad aquellas copias que no entran en la definición de copia privada. Mientras el canon ha ido expandiéndose cada vez más, la copia privada se ha restringido hasta tal punto que son poquitas, muy poquitas, las copias que se hacen en este país y que puedan ya considerarse, al menos sin discusión, privadas. Se paga más y, al mismo tiempo, te dejan hacer cada vez menos.
ACAM, ni que decir tiene, publica todas aquellas opiniones que carguen contra los que ellos consideran sus enemigos. Curiosamente ayer publicó la opinión de la Ministra de Cultura. Las palabras de ésta fueron tan del agrado de esa asociación que las puso de titular. El titular fue: ‘El canon no lo paga el ciudadano ni es un impuesto ni sirve para paliar la piratería’. Justito lo contrario de lo que hoy ha dicho Espada. Pero qué más da que uno de ellos esté en un error. Ambos están a favor del canon, así que se publica y ya está. Que seamos conscientes de que las razones de uno de ellos parta de un error, es lo de menos si es de nuestro bando. El error se expandirá, pero lo que importa es el mensaje de fondo: que los de la Internet esa son unos piratas que lo quieren todo gratis. Eso es lo que tiene que quedar claro, y quien quiera que lo diga, aunque no tenga ni idea, tendrá su espacio en esa página web.
David Bravo
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