“Mucho de lo que hoy hacemos, lo hacía ya hace 25 años la CIA de manera encubierta.” [1] Quien hace estas sorprendentes declaraciones es Allen Weinstein, historiador y primer presidente de la National Endowment for Democracy (NED) –Fundación Nacional para la Democracia- una asociación estadounidense sin ánimo lucrativo y con objetivos particularmente virtuosos: promover los derechos humanos y la democracia.
La NED aun no existía cuando el 26 de febrero de 1967 The Washington Post desató un escándalo con repercusiones internacionales: develaba que la Agencia Central de Inteligencia, CIA, financiaba en el exterior a sindicatos, organizaciones culturales, medios de comunicación, así como a reputados intelectuales. Por el articulo se supo cómo hacía llegar el dinero. El ex oficial de la Agencia, Philip Agee nos lo confirma: “La CIA utilizó conocidas fundaciones estadounidenses, pero también otras entidades creadas para tal fin y existentes sólo en el papel.” [2]
Para reducir la presión, el presidente Lindon Johnson ordenó una investigación, aunque él sabía que la CIA estaba mandatada para ese tipo de actividades desde su creación en 1947. “Nuestros políticos recurrieron a acciones encubiertas para enviar asesores, materiales y fondos para apoyar medios de comunicación y partidos en Europa, pues aunque se había acabado la Segunda Guerra nuestros aliados seguían confrontados a amenazas políticas.” [3] La “guerra fría” comenzaba, y se debía contrarrestar la “influencia ideológica” de la Unión Soviética.
En muchos casos los financiados lograron debilitar o acabar a quienes se oponían a los gobiernos amigos de Washington. Al mismo crearon espacios favorables a los intereses estadounidenses. Esa labor de zapa fue puesta al servicio de golpes de Estado, como ocurrió en Brasil contra el presidente João Goulart en 1964. La prueba máxima de que esas actividades no fueron detenidas por Johnson fue el derrocamiento del mandatario chileno Salvador Allende, septiembre 1973. “Para prepararle el terreno a los militares, precisa Agee, financiamos y canalizamos a las fuerzas de importantes organizaciones de la “sociedad civil” y medios de prensa. Fue una copia perfeccionada del golpe en Brasil”.
A partir de 1975 la CIA vuelve a ser investigada por el Senado de su país, principalmente por su responsabilidad en complots y crímenes contra varios dirigentes políticos por el mundo (Patrice Lumumba, Fidel Castro, Salvador Allende, etc.) Paralelamente, los éxitos de varios movimientos revolucionarios en África y América Latina, obligaron a Washington a aceptar que la labor de infiltración a las organizaciones de la “sociedad civil” era decisiva, pero la vía no era la adecuada. Se recordó entonces que “para llevar la batalla de ideas a foros internacionales, la administración Johnson (...) había recomendado el establecimiento de un mecanismo público - privado para financiar abiertamente actividades en el extranjero.” [4]
Con tal fin, en 1979 se establece la American Political Foundation, APF. Era una coalición de los partidos Demócrata y Republicano, dirigentes sindicales y patronales, académicos conservadores y organismos oficiales de la política exterior. Sirvieron de modelo las fundaciones de los cuatro principales partidos de Alemania occidental –conocidas como “Stiftung”. [5] Estas, financiadas por su gobierno, nacieron pocos años después de terminada la Segunda Guerra Mundial como instrumentos de la guerra fría. En particular la Fundación Konrad Adenauer.
El 14 de enero de 1983 el presidente Ronald Reagan firma la Directiva secreta NSDD-77. Ahí ordena implementar lo que anunció en su discurso ante el Parlamento británico el 8 de junio de 1982: una “infraestructura” para “contribuir a la campaña global por la democracia.” [6] La Directiva precisa que para ello “se requerirá una fuerte colaboración entre los recursos de política extranjera, sean económicos, políticos y militares, así como una estrecha relación con los siguientes sectores de la sociedad americana: laborales, empresariales, universitarios, filantrópicos, partidos políticos y prensa(...)”
Sin mencionar que era parte del desarrollo de la Directiva, Reagan presenta la propuesta de la APF al Congreso, llamada "The Democracy Program". Así, el 23 de noviembre de 1983, nace por ley la National Endowment for Democracy, NED. El 16 de diciembre, durante la “ceremonia” realizada para la ocasión en la Casa Blanca, el presidente diría: “Este programa a largo plazo no estará en las sombras. Se mostrará orgulloso ante los proyectores (...) Y, por supuesto, será coherente con nuestros intereses nacionales”. [7]
Cuatro corporaciones son la base de la NED, y responsables de su gestión. Una rama de la central sindical AFL-CIO, Free Trade Union Institute, FTUI, que pasó a llamarse American Center for International Labor Solidarity, ACILS, la única existente antes que la NED. Las otras se crearon ad hoc: el Center for International Private Enterprise, CIPE, de la Cámara de Comercio; el International Republican Institute, IRI, del Partido Republicano; y el National Democratic Institute, NDI, del Partido Demócrata.
Aunque jurídicamente es una asociación privada, su financiamiento es aprobado por el Congreso, figurando en el presupuesto del Departamento de Estado. Además de librar de responsabilidades al gobierno [8] , su estatuto tiene otra ventaja estratégica. Para el ex funcionario del Departamento de Estado, William Blum, lo “no gubernamental hace parte de la imagen, parte del mito (...) contribuye a mantener en el exterior un grado de credibilidad que una agencia del gobierno de Estados Unidos no podría tener.” [9]
En octubre de 1986 se destapa el escándalo que casi tumba al gobierno Reagan-Bush. Se constata que desde la Casa Blanca se organiza el financiamiento ilegal para acabar con el gobierno sandinista de Nicaragua, que incluyó el tráfico de cocaína. Coincidencia: coordinado por el coronel Oliver North, bajo la dirección del Consejo Nacional de Seguridad, NSC, toda la estructura se llamaba... “The Democracy Program”. Aunque se conoció que el NED tuvo rol de primer orden [10] , curiosamente las investigaciones se centraron en el financiamiento del aparato militar, la “contra”. Menos interesó que esta organización “no gubernamental” estuviera supervisada desde su nacimiento y hasta 1987 por Walter Raymond, alto oficial de la CIA y miembro del Directorio de Inteligencia del NSC.
“Hija del Proyecto Democracia de Ronald Reagan, la NED (...) puso recursos en manos de numerosos grupos latinoamericanos, entre ellos la Fundación Nacional Cubano Americana, FNCA.” [11] Asegura Jorge Mas Canosa, en ese entonces presidente de la organización extremista FNCA, creada por el NSC en las mismas fechas que la NED. Bajo el eslogan “la libertad de Cuba pasa por Nicaragua”, la FNCA actuó contra los sandinistas. Continúa Canosa: “Los orígenes de esta colaboración se dieron cuando Theodore Shackley, ex adjunto de la dirección de operaciones de la CIA, y jefe de la sección de servicios clandestinos, pidió a los miembros de la FNCA apoyo a la política centroamericana...”
Y es desde 1987, en medio del escándalo, que la NED actúa como pez en el agua. Sus dólares terminaron de construir el frente de organizaciones antisandinista, que incluyó hasta la Comisión Permanente de Derechos Humanos de Nicaragua. Con ese respaldo, Violeta Chamorro, la elegida de la administración Bush y propietaria del diario “independiente” La Prensa, llegó a la presidencia en 1990. Lo realizado por los sandinistas en beneficio de la población se volatilizó con la implantación del modelo neoliberal...
La habilidad demostrada por la NED para canalizar fondos, crear ONG, manipular elecciones y la intoxicación mediática, fue la prueba incontestable que había heredado la gran experiencia de la CIA, de la sección del Departamento de Estado encargada de la cooperación, USAID, y de numerosas personalidades de la “elite” conservadora ligadas a la política extranjera estadounidense. [12]
Con excepción del terrorismo, el gobierno Reagan utilizaría los mismos métodos en los países socialistas en Europa del Este. Las fisuras que tenían esos estados, y la distancia entre gobernantes y gobernados, le hicieron la tarea fácil a la NED y a su red de organizaciones. “Una cruzada no gubernamental por los derechos humanos y la democracia con cara menos imperialista”. [13] La novedad fue los miles de “disidentes” de todo tipo reproducidos con dólares y publicidad, quienes al darse el cambio de sistema desaparecieron olvidados sin pena ni gloria.
De los triunfos históricos reivindicados por la NED es el logrado en Polonia. Ya en 1984 entregaba “asistencia directa” para crear sindicatos, publicaciones y grupos de derechos humanos. Todos, lógicamente, “independientes”. Para la campaña presidencial de 1989 la NED dio $2.5 millones al movimiento “Solidaridad”, liderado por Lech Walesa. [14] Ese año llegó al gobierno como poderoso aliado de Washington.
Aunque la NED nació como parte del arsenal ideológico estadounidense para la “guerra fría”, el derrumbe del bloque socialista europeo fue el preámbulo de su expansión planetaria. Desde entonces, con dólares y algunos “especialistas”, ha sabido inmiscuirse en los procesos sociales, económicos y políticos de unos 90 países en África, América Latina, Asia y Europa del Este. Como dice el investigador Gerald Sussman, intervenir en elecciones es “demasiado importante para los objetivos de política global de USA”. La NED y otros organismos estadounidenses se presentan como participantes en la “construcción de la democracia”. Pero como señala Sussman, “si ellos actúan efectivamente de manera menos brutal que la CIA hasta los años setenta, las formas de manipulación electoral a las que se dedican son demostraciones escénicas de drama moral y dramaturgia política.” [15]
En las elecciones de 1990 en Haití la NED invirtió unos 36 millones de dólares en apoyo del candidato Marc Bazin, quien había trabajado en el Banco Mundial. A pesar de tal ayuda, perdió ampliamente ante Jean-Bertrand Aristide, quien finalmente fue derrocado después de una campaña mediática, también financiada por la NED y la USAID, el 29 de septiembre de 1991. La dictadura establecida dejará unos 4000 muertos...
Durante los primeros diez años de su existencia, “serían unos 200 millones de dólares los que la NED distribuyó a través de mil quinientos proyectos para sostener a los amigos de América.” [16] Desde 1998 la NED se interesó mucho en Venezuela. “Es una operación silenciosa contra la revolución bolivariana.” Sostiene el ex agente Agee. “Empezó con el presidente [William] Clinton, y se intensificó con [George] Bush hijo. Es algo idéntico a lo realizado contra los sandinistas, pero sin terrorismo y embargo económico, hasta el momento: “promover la democracia, resolver conflictos, vigilar elecciones, y fortalecer la vida cívica”.” La abogada estadounidense Eva Golinger descubrió en documentos oficiales que entre el 2001 y 2006 más de 20 millones de dólares fueron entregados por la NED y la USAID a los grupos de oposición y medios privados de comunicación en Venezuela. [17] Ya The New York Times revelaba el 25 de abril 2002 –unos días después del fracasado golpe de Estado contra el presidente Hugo Chávez- que el presupuesto de la NED destinado a ese país, había sido cuadriplicado algunos meses antes del golpe por parte del Congreso estadounidense.
El luchar contra la revolución cubana es donde la NED ha demostrado una gran constancia. Se calcula que en los últimos veinte años la NED ha invertido unos 20 millones de dólares para promover la llamada “transición democrática” en este país. Sin contar los 65 millones que desde 1996 ha entregado la USAID. Washington insiste en la utilidad suprema de elecciones “democráticas”, aunque en los textos oficiales de la Ley Torricelli (Cuban democracy Act, 1992), la Ley Helms-Burton (Cuban liberty and democratic solidarity act, 1996) y hasta la Comisión de Asistencia para una Cuba Libre (Commission for Assistance to a Free Cuba, mai 2004), se dice que los ganadores deberán ser de su agrado. La casi totalidad de ese dinero se queda en las manos de organizaciones opositoras al gobierno cubano en Estados Unidos y Europa. Los gobiernos de Polonia, Rumania y la República Checa, principalmente, reciben buena parte de tal financiación al estar a la cabeza de las campañas mediáticas y de presión internacional contra Cuba. Tan sólo en 2005 la NED entregó 2.4 millones de dólares para ese trabajo en Europa. [18]
Para el gobierno de Estados Unidos elecciones y negocios deben ir de la mano. Es su sinónimo de democracia. El 20 de enero 2004, el presidente George W. Bush anunció durante el discurso sobre “El estado de la Unión”, que pediría al Congreso duplicar el presupuesto de la NED para que refuerce “sus nuevos trabajos en la promoción de elecciones libres, del libre intercambio comercial, de la libertad de prensa y de la libertad sindical en el Medio Oriente.” O sea, para que el trabajo ideológico acompañe la acción militar. En esa región del mundo la presencia de la NED había sido mínima. En el 2003 la red de la NED se había establecido en Afganistán. En su web se lee que decidió “establecer y reforzar los negocios para ayudar a construir la democracia y la economía de mercado.” Para preparar las condiciones está dando “asistencia a una amplia serie de ONG nacientes”. Con los mismos objetivos otras ONG son financiadas en Irak, especialmente al norte de esa nación ocupada. Como en los demás países, las organizaciones nativas se vuelven rápidamente dependientes del financiamiento, y, bajo el credo de la “lucha por la democracia”, pasan a trabajar para los intereses de un sistema que casi nunca piensa en los de las mayorías de esas poblaciones.
Cada año, o cuando se le requiera, el presidente de la NED debe de rendir cuentas ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense. Caso único para una “Organización No Gubernamental”. En su comparecencia del 8 de junio 2006, Carl Gershman –presidente de la NED desde abril de 1984- insistió en la urgencia de aumentar el presupuesto para la “asistencia a la Democracia”. Sostuvo que las ONG en Rusia, Belarusia, Uzbekistán, Venezuela y Egipto, necesitan ampliar su trabajo pues enfrentan a gobiernos “semi-autoritarios”. El 7 de diciembre casi utilizó el mismo discurso ante el Parlamento Europeo, durante la conferencia "Democracy Promotion: The European Way".
Según William Blum, la filosofía de la NED se basa en la idea de que las sociedades funcionan mejor “con la libre empresa, la cooperación de clases, mínima intervención del Estado en la economía (...) La economía de libre mercado es equiparada con democracia, reformas y crecimiento, enfatizando en los méritos de la inversión extranjera (...) Los informes de la NED insisten en la “democracia”, pero ello se resume a la mecánica electoral, no a la democracia económica, nada que amenace a los poderes establecidos (...) En resumen, los programas de la NED están sincronizados con las necesidades y los objetivos fundamentales de la mundialización económica y del Nuevo Orden Internacional.”
En la Asamblea General de la ONU de septiembre 1989, el presidente George Bush expresó que el reto del “mundo libre” era fortalecer las "fundaciones de la libertad”. El año anterior el Parlamento canadiense, incentivado por Washington, había creado una fundación afín a la NED: “Rights & Democracy”. En 1992,sobre el mismo modelo, el parlamento británico oficializó la Westminster Foundation for Democracy. Y así fueron llegando la Swedish International Liberal Centre, de Suecia; la Alfred Mozer, de Holanda; y las Robert Schuman y Jean Jaurès, de Francia. La red de fundaciones inspiradas y auspiciadas por la NED tomaba forma.
Es en ese cuadro que fue creada la “Democracy Projects Database”, que coordina “unos 6.000 proyectos” de ONG en el mundo. La NED también es el centro del Network of Democracy Research Institutes [19] , de la que participan “instituciones independientes relacionadas con partidos políticos, universidades, sindicatos, y movimientos por la democracia y los derechos humanos…” Su objetivo es facilitar el contacto “entre eruditos y activistas de la democracia”. En la NED también reposa el secretariado de The Center for International Media Assistance , “proyecto que, se propone unir una serie de expertos en medios de comunicación con el objetivo de reforzar el apoyo a los medios libres e independientes en el mundo.” [20]
En la página Internet oficial del Departamento de Estado, Carl Gershman declara que todas estas fundaciones, personas y organizaciones caminan hacia la “creación de un movimiento mundial pro democracia”. Es una “red de redes”, cuyo centro es la NED. A este proyecto se han sumado otras fundaciones como la Friedrich Ebert, Alemania; Olof Palme Internazionella Centrum, Suecia; Karl Renner Institut, Austria; y la Pablo Iglesias, vinculada al Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Para justificar el aumento del presupuesto de la NED, en 1996 se presentó al Congreso un informe de apoyo, particularmente esclarecedor: “La guerra global de las ideas sigue con ímpetu. Estados Unidos no puede permitirse abandonar semejante instrumento eficiente en la política extranjera en un tiempo donde sus intereses y valores soportan un fuerte ataque ideológico de muchas fuerzas antidemocráticas en el mundo (…) Siguen amenazados por regímenes comunistas muy profundamente atrincherados, neocomunistas, dictaduras agresivas, nacionalistas radicales, y fundamentalistas islámicos. Dada esta realidad, Estados Unidos no puede permitirse entregar el campo de batalla ideológico a estos enemigos de una sociedad libre y abierta. La NED necesita un financiamiento continuo como inversión prudente para salvaguardar el futuro.” [21] Tres años después, Benjamín Gilman, presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes retomó muchos de los elementos de ese informe con el mismo fin.
Democracia, elecciones libres, libertad de expresión... La NED... William Blum no da dos vueltas para concluir: “Se desplazaron muchas de las cosas que hacía la CIA hacia una nueva organización que tiene un nombre que suena bonito. La creación de la NED ha sido una obra maestra de la política, de las relaciones públicas y del cinismo.” [22]
Hernando Calvo Ospina. Periodista y escritor, colombiano residente en Francia.
© Le Monde Diplomatique. Paris, julio 2007.
Visto en Rebelión.org
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[1] The Washington Post, septiembre 22 de 1991.
[2] Entrevista del autor, 2005. Ver también conferencia de Philip Agee, http://www.rebelion.org/cuba/030919agee.pdf
[3] http://www.ned.org/about/nedhistory.html Sobre el trabajo de la CIA hacia los intelectuales ver: Stonor Saunders, Frances. Who Paid the Piper? The CIA and the Cultural Cold War. Ed. Granta Books. Londres, 2000.
[4] http://www.ned.org/about/nedhistory.html
[5] La Friedrich Ebert Stiftung, de los social-demócratas (SPD) ; la Konrad Adenauer Stiftung, de los democrata-cristianos (CDU); Hanns-Seidel de la Unión Social-Cristiana (CSU); y la Friedrich-Naumann Stiftung de los liberales (FDP).
[6] http://www.ned.org/about/reagan-060882.html
[7] http://www.ned.org/about/reagan-121683.html
[8] La Fundación « no será considerada como una agencia o emanación del gobierno de Estados Unidos », estipula el acta del Congreso que creó la NED
[9] Blum, William. Rogue State. Ed. Common Courage Press. Monroe, 2000.
[10] The New York Times y The Washington Post. 15 y 16 de febrero de 1987.
[11] Vargas Llosa, Álvaro. “El exilio Indomable”. Ed. Espasa. Madrid, 1998.
[12] Entre ellos : Allen Weinstein, Dante Fascell, Elliot Abrams, Richard Allen, John Negroponte, Jeane Kirkpatrick, John Bolton, Otto Reich, general Wesley K. Clark, Jorge Mas Canosa, John Richardson, William Middendorf, Frank Carlucci, Francis Fukuyama...
[13] Guilhot, Nicolas. “Le National Endowment for Democracy”, Actes de la recherche en sciences sociales, n° 139. Paris, septembre 2001.
[14] http://www.ned.org/about/nedTimeline.html , Aquí la NED muestra algunas de sus acciones de financiación, sea directamente o por intermedio de CIPE, IRI, NDI o la rama de la AFL-CIO.
[15] “The Myths of ‘Democracy Assistance’: U.S. Political Intervention in Post-Soviet Eastern Europe” Gerald Sussman. Monthly Review. Volumen 58, numero 7. Nueva York. Diciembre 2006.
[16] Guilhot, Nicolas. Op.cit.
[17] Golinger, Eva. El Código Chávez: Descifrando la intervención de los Estados Unidos en Venezuela. Fondo Editorial Question. Caracas, 2005.
[18] « Les USA financent des groupes anticastristes à l’étranger ». Associated Press. 29 de diciembre 2006.
[19] www.wmd.org/ndri/ndri.html
[20] www.ned.org/about/cima.html
[21] “The Endowment for Democracy: a prudent investment in the future.” James Phillips y Kim R. Holmes. Foreign Policy y Defense Studies The Heritage Foundation Executive Memorandum No. 461 September 13, 1996.
[22] William Blum, op.cit.
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