Me llamo barro aunque Miguel me llame. Barro es mi profesión y mi destino Que mancha con su lengua cuanto lame. Soy un triste instrumento del camino. Soy una lengua dulcemente infame a los pies que idolatro desplegada. Como un nocturno buey de agua y barbecho que quiere ser criatura idolatrada, embisto a tus zapatos y a sus alrededores, y hecho de alfombras y de besos hecho tu talón que me injuria beso y siembro de flores.[..] [..]Barro en vano me invisto de amapola, barro en vano vertiendo voy mis brazos, barro en vano te muerdo los talones, dándote a malheridos aletazos sapos como convulsos corazones. Miguel Hernández | Apenas si me pisas, si me pones la imagen de tu huella sobre encima, se despedaza y rompe la armadura de arrope bipartido que me ciñe la boca en carne viva y pura, pidiéndote a pedazos que la oprima siempre tu pie de liebre libre y locaTeme que se levante huracanado del blando territorio del invierno y estalle y truene y caiga diluviado sobre tu sangre duramente tierno.[..] Teme un asalto de ofendida espuma y teme un amoroso cataclismo. Antes que la sequía lo consuma el barro ha de volverte de lo mismo. |
Llegamos aquí sin mucho equipaje, con muchos recuerdos y alguna que otra pérdida. Solo se trata de empezar otra vez.
09 abril 2010
Me llamo barro...
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B I E N V E N I D O !
Aquí no eres un extraño