25 abril 2011

El crujido de la seda (IV). Lilian Elphick

Imagen de Kancano "Suave"
El pañuelo es morado y amarillo, con caballos pequeñitos, de color marrón. Lo usé en el cuello como una corbata suelta. En ese entonces la seda no crujía; era suave, fluía en mí. Suave de piel enmascarada de galopes; protegida del viento de las extensas llanuras, aquellas praderas que continúan hasta la costura en ángulo recto. Y los tepees, marrones también, eran mis múltiples hogares. El fuego se consumaba en el rito necesario del calor; hervía el agua en la olla mientras tú y yo nos acariciábamos en esa eternidad tan propia del amor. El pañuelo sabía esperar en el rincón donde la luz entraba fragmentada.

La enfermedad vino con expresión impávida. Pronto, fue una sutura de finales rotos. Soñé con cuchillos, con el filo de una proximidad que no llamaré muerte. No ahora en que me miro al espejo y observo mi cabeza sin pelo. Primero, me hice una trenza. Una larga y negra nervadura, un cordón umbilical, una risa amarrada. La tijera hizo bien su trabajo. Cortó donde tenía que cortar. Después, fue fácil. Tijeretazos, juegos, y los pelos caían y caían arriba del lavamanos, en mis pechos, en el suelo. Tenía la boca llena de pelos cuando el zumbido me repletó los oídos de dobleces, alforzas y encarrujados.

El silencio apareció cuando gozaba de mi cráneo. Era la acción rápida del espejo que me devolvía la trenza para guardarla yo en el cofre y olvidar el pasado para siempre. El pañuelo formó parte de mi futuro, era el porvenir. Los caballitos relinchaban en mi cabeza. Fue un lapso (para qué decir ‘de tiempo’) de felicidad en cuclillas.

No quiero hablar de lo mal que comencé a sentirme. No quería empequeñecerme y cantarle a mi pellejo la marcha fúnebre.

Pero los cuchillos sí cantaban su melodía de afilada zampoña, mientras los caballos, cansados de correr, pastaban en esas praderas sedosas.

Sabrás disculparme si no vuelvo. La verdad es que ya partí y me alejé, ya caminé por mi época convulsa, ya vi la guerra y el hambre con boca de amapola. Te vi desnudo y sonriendo, dispuesto a amar, palabra por palabra. Ya escribí. El mar-tigre de arena; loba de mentira. Ya escribí. Ya viví.

Microcuento de Lilian Elphick en Ojo Travieso


14 abril 2011

Viva la República


Hoy es el aniversario de aquel 14 de abril de 1931 que para la mayoría de la población española fue un día de alegría, ilusión y esperanza. Una minoría empezó a rumiar las hieles del odio sin aceptar jamás la legalidad republicana. Conspiró casi desde ese mismo día y poco más de un año después ya hizo su primer intento de golpe de estado, que fracasó en agosto de 1932, pero el triunfo electoral limpio del Frente Popular en 1936 fue contestado con la sublevación militar de julio de ese año que provocó la sangrienta guerra civil y la más sangrienta represión de la larga y terrible dictadura franquista.

La II República, que se definía como una república democrática de trabajadores de todas clases, puso en marcha y aplicó un cuerpo de legislación social que aún hoy sorprende por su cantidad y por su calidad, como ya dijeran ilustres laboralistas. El nacimiento del derecho del trabajo español tuvo lugar en este momento. Hasta entonces había leyes sociales que carecían de la coherencia interna que permitiera hablar de un auténtico derecho del trabajo como rama autónoma del derecho. El reconocimiento de derechos para los trabajadores y sus sindicatos ya en 1931 dio lugar a un mejoramiento importante de sus condiciones de vida que estimuló el consumo interno y evitó que los más perniciosos efectos de la crisis del 29 golpeasen a España.

Aquí llegó la onda larga de la buena legislación social de la República de Weimar. No hubo una Comisión Europea que impusiese políticas de austeridad, pero las potencias occidentales (Francia y sobretodo Gran Bretaña) acabaron siendo cómplices del fascismo al abandonar a su suerte a la República cuando los militares golpistas se alzaron en armas con la ayuda de Hitler y Mussolini. Ante los ataques virulentos que nuestro actual Estado Social y Democrático de Derecho el día 12 pasado la Facultad de Relaciones Laborales y el Defensor del Pueblo de Castilla-La Mancha organizaron una jornada de estudio sobre el mismo, porque saber es amar y la gente defiende lo que ama. La ignorancia propia de los fascistas les predispone al odio. Ya la II Republica era ya un estado social y democrático. Como homenaje a las mujeres y hombres que hicieron posible aquel breve sueño se reproduce un texto del gran Antonio Machado publicado por primera vez el 14 de abril de 1937, en plena gura civil y reproducido hoy en el suplemento del diario Público por Josep Fontana:

“Unos cuantos hombres honrados, que llegaban al poder sin haberlo deseado, acaso sin haberlo esperado siquiera, pero obedientes a la voluntad progresiva de la nación, tuvieron la insólita y genial ocurrencia de legislar atenidos a normas estrictamente morales, de gobernar en el sentido esencial de la historia, que es el porvenir. Para esos hombres eran sagradas las más justas y legítimas aspiraciones del pueblo; contra ellas no se podía gobernar, porque el satisfacerlas era precisamente la más honda razón de ser de todo gobierno. Y esos hombres, nada revolucionarios, llenos de respeto, mesura y tolerancia, ni atropellaron ningún derecho ni desertaron de ninguno de sus deberes”.

La derecha española jamás se lo perdonó, ni se lo perdona. Por eso hoy volvemos a gritar: ¡¡¡ VIVA LA REPÚBLICA !!!

Artículo de Joaquín Aparicio Tóvar en "Desde mi cátedra"


10 abril 2011

Nada

Cuadro de Edward Hopper (1929) "Automat"

Nadie nos enseña a ser.
Nacemos, crecemos y seguimos el camino sin aprender.