... tengo que darte la razón, hay días que uno se siente como muro viejo y gris, vestido con enredaderas fuertemente agarradas y mirando al norte siempre. Tienes razón, a veces uno se ve inmerso en una estación fría, eterna y cree que poco o nada puede hacer por cambiar ese frío húmedo, que le atenaza el alma, por un poco de calor....
Sucede también, que estas sensaciones pasan... . Después del invierno viene la primavera... y así, como sin darte cuenta, llega el verano y con él la luz, el calor... y aquellas plantas, que antes te inundaban por completo, dejan pasar el aire y ver el azul del cielo.
Como una vid. Te da sombra y fresco en verano, y si tienes paciencia un vino para pasar las noches de invierno. Así deberían ser las amistades.
ResponderEliminarDifícil similitud. Complicada comparación la que haces.
ResponderEliminarLos amigos... esos grandes desconocidos.
Los muros ya hablan.
ResponderEliminarVease la muestra.
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