22 noviembre 2020


 Pintura Edouard Vuillard


 EL INSTANTE ETERNO

(Amanece en la plaza de santa María de Úbeda)

 

Los árboles despiertan

y sus ramas se abrazan con el mundo

y se alzan soberanas

en busca de los cielos.

Sus raíces alcanzan lo imposible

a través del silencio

de lo vivo y lo muerto.

 

Y todo nos conduce

a la puerta de entrada

de lo que vive adentro,

por detrás de los muros

donde sueñan los sueños.

 

Y con la luz primera

los caminos del sol y de la luna

son como estrellas fijas

donde se ordena el universo.

 

Todo lo que anda oculto

habla aquí de lo nuestro.

 

Desde aquí miro el mundo

y lo palpo y lo sueño.

Y veo nuestra vida

en su círculo eterno.

 

Aquí todas las luces

nos salen al encuentro.

 

Y desde aquí los cielos nos señalan

toda la luz del mundo,

las ligaduras de la vida

y los pasos del tiempo.

 

Y vemos las palomas

que levantan el vuelo…

 

Y escuchamos las voces

donde duerme el silencio…

 

Donde el fuego se enciende

y regresa el misterio…


  

28 mayo 2020

Gracias




Amigo, llévate lo que tú quieras,
penetra tu mirada en los rincones,
y si así lo deseas yo te doy mi alma entera
con sus blancas avenidas y sus canciones.

          Amigo —con la tarde haz que se vaya
este inútil y viejo deseo de vencer,
bebe en mi cántaro si tienes sed.

Amigo —con la tarde haz que se vaya
este deseo mío de que todo rosal
me pertenezca,
                          Amigo,
si tienes hambre come de mi pan.

           Todo, amigo, lo he hecho para ti. Todo esto
que sin mirar verás en mi estancia desnuda:
todo esto que se eleva por los muros derechos
—como mi corazón— siempre buscando altura.

Te sonríes —amigo... ¡Qué importa! Nadie sabe
entregar en las manos lo que se esconde adentro,
pero yo te doy mi alma, ánfora de mieles suaves,
y todo te lo doy... Menos aquel recuerdo...

...Que en mi heredad vacía aquel amor perdido,
es una rosa blanca, que se abre en silencio...

Pablo Neruda - 1923

18 mayo 2020

a Maxi


Viñedos en Orense
Viñedos en Orense


He aprendido a celebrar tu recuerdo, sin tristezas, sin llanto... con un poco de melancolía, sí, pero con el corazón lleno de tus sonrisas.
Todos los días me vienen a la cabeza momentos estupendos que pasamos juntos y cada vez con mayor frecuencia te recuerdo en los días especiales como el de hace unos días, con una sonrisa. Me acompañas siempre, llenando tu ausencia con tu cariño y con los miles de momentos parecidos que viví junto a ti. Hoy te recuerdo y te hablo especialmente porque ya queda poco para el aniversario de tu, no tan lejano, adiós y aunque me sigue doliendo terriblemente tu muerte y tu sufrimiento, sé que en el camino solo me acompañará tu sonrisa y mi amor por ti. TQM.


@}-}--


30 abril 2020

Día de otoño

 Música: Downtown Train - Tom Waits

Día de otoño
Señor: es hora. Largo fue el verano.
Pon tu sombra en los relojes solares,
y suelta los vientos por las llanuras.
Haz que sazonen los últimos frutos;
concédeles dos días más del sur,
úrgeles a su madurez y mete
en el vino espeso el postrer dulzor.
No hará casa el que ahora no la tiene,
el que ahora está solo lo estará siempre,
velará, leerá, escribirá largas cartas,
y deambulará por las avenidas,
inquieto como el rodar de las hojas.
                                                            Rainer Maria Rilke






22 abril 2020

Entonces



     Entonces,
en los atardeceres de verano,
el viento
traía desde el campo hasta mi calle
un inestable olor a establo

y a hierba susurrante como un río

que entraba con su canto y con su aroma
en las riberas pálidas del sueño.

Ecos remotos,
sones desprendidos
de aquel rumor,
hilos de una esperanza
poco a poco deshecha,
se apagan dulcemente en la distancia:

ya ayer va susurrante como un río

llevando lo soñado aguas abajo,
hacia la blanca orilla del olvido.

                                                   Poema de Ángel González  

21 abril 2020

Han venido

            

Han venido.
Invaden la sangre.
Huelen a plumas,
a carencia,
a llanto.
Pero tú alimentas al miedo
y a la soledad
como a dos animales pequeños
perdidos en el desierto.
Han venido
a incendiar la edad del sueño.
Un adiós es tu vida.
Pero tú te abrazas
como la serpiente loca de movimiento
que sólo se halla a sí misma
porque no hay nadie.
Tú lloras debajo de tu llanto,
tú abres el cofre de tus deseos
y eres más rica que la noche.
Pero hace tanta soledad
que las palabras se suicidan.
 
 Alejandra Pizarnik

20 abril 2020

Dime cómo pasó


Madrid desde la azotea de la Cruz Roja

Dime cómo pasó.
Todo se volvió plomizo, sin sentido.
Tú con la voz ronca y esa radiante sonrisa
y una tristeza interminable en los ojos.
Caminábamos juntos y nos mentimos,
de una forma natural,
pestañeando y cerrando los ojos para no ver. 
Ahora, cuando ya no hay remedio,
quiero ver la ciudad.
Acompáñame a andarla de cabo a rabo,
-antes de que nos señalen desde arriba-
por calles y avenidas sin coches
entre interminables árboles negros y muros sin vida,
como gotas de lluvia en caída sin fin.
Cómo seguir adelante sin pensar, sin mirar, sin oler,
sin tocar,
con el alma rota y los pies endurecidos. 
La ciudad agotada y silenciosa,
implorando salir de la rutina,
clama debajo y a lo lejos.
Y un hachazo de angustia nos
parte el alma en dos.
Ayúdame a pasarlo y a tragar
siempre a gatas o a pie, arañando las piedras.
Que el feliz final parece no llegar
Al menos para ti.