Con el todo vale: nada vale. Todo pierde valor. Se devalúa la vida. Hay quién cree que el todo vale es sinónimo de libertad. Nada más lejos de la realidad. Más bien es el camino más recto a la esclavitud.
Cuando todo vale, las cosas que tienen valor verdadero dentro de nuestro corazón, pierden valor y le llevan a uno a la frustración, a la insatisfacción y a buscar entonces cosas artificiales que les puedan traer algo de placer y huida.
Si las cosas que verdaderamente tienen valor, como la "familia", la solidaridad, la tolerancia, las creencias, la verdad, el pundonor, la amistad, la paz, la empatía, la convivencia, la lealtad con uno mismo y con los demás; si todos esos valores los escondemos, con qué los vamos a sustituir? Porque tarde o temprano, el alma, el espíritu, el ánimo, la mente o como queramos llamarlo, nos pedirá cuentas en forma de malestar físico y moral.
Cuál es la diferencia entre libertad y libertinaje? La primera está ligada a los grandes valores de la vida, la segunda a los grandes desastres. La primera ligado a lo que nos llena el alma y nos hace grandes, la segunda nos la deja vacía. El libertinaje es la otra cara de la hipocresía, la mojigatería y el puritanismo y así de dañino es igualmente: todos llevan a la esclavitud del alma y hacen que uno nunca pueda estar en paz consigo mismo y ser libre.
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